“Pasturan” a su aire por los campos de España, hasta que llega su día. Entonces son recogidos por los hombres y encerrados para su destino final.No se hace distinción entre pequeños y grandes, solo interesa la cantidad numérica.
Después de todo el martirio que conlleva la preparación, son portados hasta el que será su último alojamiento, allí donde irán conociendo todo tipo de salvajadas en las que serán sus últimas horas...
Se les hará sufrir a fuego lento, soportando la más cruel de las agonías para el regocija de los hombres en la “fiesta” , con “banderillas” y hasta con la “pica” traspasarán al “bicho” hurgando las carnes, para terminar degustándolos...
¡¡Y es que están tan buenos esos caracoles!!
PD: Toda la preparación; el lavado con agua y sal, se hace en vivo, así como su cocción a fuego lento, para que saquen la “chicha”
¡Que crueldad!
¿Para cuando la plataforma; Salvemos a los caracoles de esa muerte agónica?
¿Tendremos que reformar las leyes?
¿Se prohibirán las caracoladas?
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